¿Sabes cómo tienes que cuidar un tatuaje durante su proceso de curación y cuánto tiempo lleva esta etapa? Te contamos que el tiempo de sanación de un tatuaje suele ser de tres o cuatro semanas y que durante ese periodo tendrás que higienizar e hidratar cuidadosamente esa zona de tu piel, para favorecer una cicatrización rápida.
A continuación te vamos a informar con más detalles cuáles son las diferentes etapas de curación de un tatuaje y cuáles son los cuidados especiales que necesitará tu piel en cada una de ellas.
Tabla de contenidos
¿Por qué hay un proceso de curación del tatuaje?
Cuando el tatuador está grabando un diseño, introduce la tinta por debajo de la epidermis, la capa más superficial de la piel, utilizando una aguja. Durante este procedimiento la piel recibe una gran cantidad de pinchazos, por lo que la zona resulta herida, queda sensible y expuesta a posibles infecciones.
El tejido dañado de la piel sanará, pero el proceso de cicatrización suele llevar unas tres o cuatro semanas. Durante ese periodo, es muy importante seguir los consejos de cuidado brindados por el tatuador, los cuales seguramente incluirán una rutina de higiene e hidratación de la zona del tatuaje, entre otros cuidados importantes que describiremos a continuación.
Fases de curación de un tatuaje
Podemos decir que el proceso de curación de un tatuaje tiene diferentes etapas o fases, y en cada una de ellas deberás tener cuidados especiales para evitar infecciones y favorecer una rápida cicatrización de la piel, lo que hará que tu diseño se vea fabuloso.
Semana 1
Después de que te quites el apósito o el film que cubre tu diseño (el tatuador te indicará cuándo debes hacerlo), durante la primera semana de cicatrización es muy importante limpiar e hidratar la zona del tatuaje dos o tres veces por día.
Puedes lavar el tatuaje con agua tibia y jabón neutro. Limpiar la región suavemente con las manos, no se debe frotar la piel con un paño o toalla áspera, para evitar daños e infecciones.
Después del lavado debes secar la piel con suaves toquecitos de una toalla descartable y a continuación, aplicar una capa fina de la crema cicatrizante o hidratante que te haya recomendado el tatuador. Generalmente se recomiendan cremas hidratantes o lociones sin aromas artificiales, que no contienen alcohol.
Durante esta etapa no se recomienda tomar baños de inmersión en piscinas, jacuzzis o bañeras, para mantener la piel seca y de esta forma reducir el riesgo de infecciones.
Si sientes mucho dolor, si la inflamación en la piel se extiende más allá del diseño o si la región exuda pus blanco o amarillo, debes consultar al médico, ya que la zona del tatuaje podría haberse infectado.
Semana 2
Durante la siguiente semana probablemente se formarán costras y es posible que la piel comience a descamar. En esta etapa es importante usar ropa holgada que no interfiera con la formación de las costras. Si sientes tirantez y picazón en la piel, no debes rascarte.
Continúa higienizando e hidratando la zona un par de veces por día. Si las costras son gruesas, es posible que sientas la tentación de aplicar más crema hidratante que lo habitual, pero esto no siempre es conveniente.
Si aplicas mucha crema, especialmente cuando las costras aún están ligeramente húmedas después del lavado, es posible que la humedad quede atrapada en las costras y esto puede hacer que se caigan antes de tiempo.
Por eso es importante secar bien la región antes de aplicar una capa fina de crema o loción.
Semanas 3 y 4
En la tercera y cuarta semana las costras caerán y es posible que el tatuaje se vea algo opaco. No debes preocuparte, esto significa que aún hay una capa de células muertas de la piel que no ha descamado. En unos pocos días, estas células caerán y tu tatuaje se verá sensacional.
La tinta del diseño puede verse afectada por los rayos solares. Por esta razón es importante proteger la piel con protector solar factor 50 para que los colores de tu tatuaje brillen por más tiempo.