Tal vez hayas visto en algún momento un tatuaje descolorido, difuso o con cicatrices notorias que alteran su aspecto. Esto no siempre se debe a una mala praxis del tatuador exclusivamente.
¿Sabías que cuidar tu tatuaje manteniéndolo limpio y sano durante el proceso de cicatrización, ayuda a que sane correctamente y luzca maravilloso?
Para mantener tu tatuaje nuevo en las mejores condiciones debes higienizar la piel con frecuencia, usar ropa holgada para evitar roces, utilizar crema o loción hidratante y evitar rascarte o retirar las costras que se formen.
A continuación te contaremos con más detalles cómo debes cuidar tu tatuaje para evitar infecciones, favorecer la cicatrización y lograr que tu diseño se vea tan bien como lo soñaste.
Tabla de contenidos
Qué hacer para mantener tu tatuaje limpio y sano
Cuando te haces un tatuaje la piel recibe una gran cantidad de pinchazos mediante los cuales el artista coloca la tinta bajo la primera capa de tu piel.
El tatuaje es una herida que debe cicatrizar correctamente para que el diseño se vea bien.
Como mencionamos, una buena higiene y los cuidados adecuados pueden mantener tu nuevo diseño limpio, libre de infecciones, y favorecer el proceso de sanación de la piel.
Ahora te contaremos qué es lo que debes hacer para que tu tatuaje cicatrice correctamente.
Lava tu tatuaje dos veces al día
Uno de los cuidados más importantes para tu tatuaje nuevo es la higiene.
Debes seguir las recomendaciones de tu tatuador, pero generalmente se indica lavar suavemente la zona del tatuaje con agua tibia y jabón neutro o antibacterial, dos veces al día, durante las primeras dos o tres semanas de cicatrización.
Si haces jardinería, trabajas en la construcción o realizas otras actividades en entornos que podrían aumentar la exposición de tu piel a polvo, tierra u otros agentes, es posible que debas lavar tu tatuaje con más frecuencia.
Evita los roces y abrasiones
Si tu tatuaje se encuentra cubierto por la ropa, es buena idea usar prendas holgadas, para evitar que las mismas rocen con la piel irritada.
En estos casos, también puedes usar una segunda piel para tatuajes.
Cuando laves la zona en donde está el diseño, debes hacerlo con mucha suavidad, para evitar abrasiones. Después del lavado, seca la piel con pequeños toques de una toalla de papel.
Evita frotar la zona con una toalla común, ya que podría causar irritación y aumentar el riesgo de una infección.
Hidrata tu piel
Otro aspecto fundamental de los cuidados necesarios para tu tatuaje es la hidratación de la zona.
Después de lavar y secar la piel completamente, debes aplicar una fina capa de crema hidratante o loción para tatuajes.
La crema evitará que la piel se reseque, especialmente durante la descamación y la formación de costras que son parte del proceso natural de cicatrización.
Además la crema aporta nutrientes que favorecen una rápida sanación del tatuaje.
Evita rascarte y retirar las costras
Después de algunos días, es normal que la piel descame y que se formen algunas costras.
En esta etapa puedes sentir picazón, pero debes evitar rascarte, porque de lo contrario la piel podría irritarse, las costras podrían caer antes de tiempo y esto retrasaría el proceso de cicatrización, además de aumentar el riesgo de que aparezca una infección.
Otros cuidados importantes
Mientras tu tatuaje está cicatrizando, también es importante evitar los baños de inmersión en piscinas, jacuzzis o en el mar, y evitar la exposición directa a los rayos del sol.
Los baños de inmersión pueden hacer que se acumule humedad en la herida o en las costras, lo que puede favorecer la proliferación de bacterias en la zona.
Además, los rayos del sol pueden irritar la piel y hacer que los colores de tu diseño se desvanezcan más rápidamente.